26 de agosto de 2015

Mini-Reseña: "DEUS"






Autor: Sébastien Dujardin
Jugadores: 2 - 4
Duración: 90 min.


Después de unos días ociosos de calor y playa retomamos la actividad bloguera con una reseñita para el actual Juego del Mes que, cuanto más lo juego, más me gusta.

Mecánica.

Como decía en la entrada anterior, DEUS es un juego de gestión de cartas y recursos junto con control de áreas sobre el tablero. Las acciones que tenemos disponibles en cada turno son sólo dos: o jugar una carta desde nuestra mano para construir un edificio o descartarnos de las cartas que no nos interesen y reponer la mano con otras nuevas. Cuando se ocupan determinadas zonas del tablero (Poblados Bárbaros) o se construye cierto número de edificios especiales (Templos) acaba la partida y gana el jugador con más puntos de victoria.

Yendo a las acciones, jugar una carta significa construir un edificio del tipo correspondiente a la carta jugada. Esto tendrá un coste en materiales y/o dinero, el edificio construido ocupará una región del tablero, y, además, se activará la habilidad especial de la carta "construida", que básicamente nos dará nuevos materiales, dinero o PV. Hay seis tipos de cartas y edificios, y cuando se "construye" una nueva carta se activan de nuevo todas tus otras cartas del mismo tipo ya construidas.

Y, más allá de cambiar de cartas, la acción de descarte es fundamental y tiene sus ventajas: podemos elegir un tipo de carta entre las que descartemos para "invocar" al Dios correspondiente y obtener una habilidad complementaria para esa acción de descarte (monedas o materiales extra, cartas adicionales, edificios en reserva, o PV). Muy útil.


Conclusión.

DEUS es un juego muy sencillo de reglas que se explica en 15 min., pero con un alto nivel de abstracción. Y este puede ser su punto flaco porque, a pesar de estar desarrollando una civilización o imperio, en ningún momento te llegas a sentir un Pericles o un Alejandro (o al menos a mi no me pasa). El juego es todo mecánica, no tiene tema. Con tema ya hubiera sido de diez.

Pero aún así, y aunque de entrada puedan resultar extrañas, las mecánicas del juego son estupendas: originales, elegantes, ágiles y engrasadas a la perfección. La esencia del juego son las cartas y su gestión y la dificultad está en saber adaptarte a ellas o descartarlas según te interese. Pero eso sí, como se van robando del mazo a ciegas, determinan el juego con un elevado nivel de azar. Esta gestión de las cartas es fundamentalmente solitaria (buscar los combos más ventajosos entre lo que te vaya saliendo), y la interacción entre los jugadores se produce en el tablero por el control de las regiones (en algunos momentos emocionante pero siempre sin conflicto) en una combinación cartas+tablero muy afortunada.

Esa interacción controlada y un tablero modular hacen que el juego escale bien, y, sumando el considerable número de cartas y su carácter abstracto, que sea muy rejugable. La duración estará en función del número de jugadores (unos 30 min. por jug.) y los componentes son correctos y funcionales.

Complejidad: 3/5
VALORACIÓN: 4/5


2 comentarios :

  1. Lo tengo en la lista, tiene mucha dependencia del idioma??

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    1. Buenas!!
      Todas las cartas tienen algo de texto explicativo que es importante controlar, no es mucho texto ni muy complejo (al menos en inglés, en alemán ya será otra cosa...), pero es conveniente entenderlo. Porque aunque las cartas también llevan iconos explicativos, no son todo lo claros que deberían y pueden confundir, sobre todo en las primeras partidas.

      Un saludo, sheriff.

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