Es verano y no hay colegio, y los niños tienen mucho tiempo libre. Así que la semana pasada me tocó ejercer oficialmente de tío y pasar varias mañanas con mis sobrinos Alejandro y Laura, de 13 y 10 años respectivamente, jugando a unos cuantos juegos.
Ellos contentos porque les gusta jugar y además rompen la monotonía de las mañanas estivales de ciudad; y yo encantado porque paso tiempo con ellos, echo partidas a juegos a los que de otra forma quizá no jugaría, y por último se me alivia un poco el ansia de juegos, que en verano se complica la cosa.
A cuenta de esta circunstancia, voy a aprovechar para comentar primero las impresiones de mis sobrinos sobre los juegos jugados, y después, a lo largo de esta semana, reseñar estos mismos juegos (que creo serán casi lo único a lo que jugaré este mes).
RATTUS. A este ya había jugado antes con ellos. Les gusta a los dos y no se les da mal. La corta duración y lo de ir descubriendo las fichas de rata les encanta.
PACK & STACK. Editado en español por Homoludicus con el nombre DE MUDANZAS. Este le gusta mucho a mi sobrina porque le gustan los juegos tipo rompecabezas en general. A su hermano mayor no le gusta tanto porque se le queda ya un poco pequeño (aunque yo he visto adultos entusiasmarse con este juego).
LOST TEMPLE. Se lo regalé a mi sobrino por su cumpleaños y ha sido un acierto. Es una reimplementación en modo carrera del CIUDADELAS. Les ha gustado mucho por la sensación de aventura y la interacción, y lo cogieron al vuelo (y me ganaron ambos todas las partidas).
SHEEPLAND. Este pensaba que quizá les iba a resultar demasiado simple, pero gustó. De hecho a mi sobrino le encantó. Lo cierto es que, aunque muy bonito, es muy chorrijuego. Entretenido y rápido.
ELFENLAND. Por contra, pensaba que este iba a ser demasiado complicado para mi sobrina de 10 años, pero lo pilló muy rápido y le gustó muy mucho. A los dos les gustó (de lo cual me alegro porque así tendré más ocasiones para jugarlo, que a mi también me gusta mucho y no tengo muchas oportunidades de sacarlo a mesa). Les sorprendió el tamaño del tablero por grande. También me ganaron los dos, en su primera partida.
BAUHAUS. Este los dejó más fríos, aunque los entretuvo. Quizá demasiado abstracto. Según la caja, está indicado para jugadores a partir de los 14 años, pero mis sobris y yo pensamos que desde los 8 ya va bien. Tenéis una Mini-Reseña de este juego
aquí.
